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Photos: Miguel Galiano
La sede madrileña de Cosentino City, un
punto de referencia en la ciudad para el
encuentro entre creadores, acoge el diálogo
entre Winy Maas, socio del estudio holan-
dés MVRDV, y Eduardo Arroyo, fundador de
la firma NO.MAD. Los arquitectos debaten
sobre los orígenes y la transformación de sus
estrategias proyectuales, para después abor-
dar algunas de las cuestiones que marcarán
el futuro de la disciplina.
Eduardo Arroyo: Pensaba en la fuerza de
nuestra memoria. A veces, cuando trabajo en
algún proyecto, me surgen ideas que lleva-
ban escondidas veinticinco o treinta años,
como si fuesen originales. ¿De dónde crees
que vienen estos pensamientos?
Winy Maas: A mí me parece que son
obsesiones duraderas u objetivos concre-
tos que uno quiere realizar y están siempre
ahí, almacenados; surgen cuando los ne-
cesitas. Yo, por ejemplo, siempre he estado
fascinado por el vidrio, y continuamente
recurro a estrategias para poder trabajarlo.
Consecuentemente, cuanto más lo utilizas,
más relevante se vuelve en los proyectos,
y más se profundiza en ese conocimiento.
Además tienes la capacidad de expandirlo,
fomentarlo y, así, de alguna forma, acabas
convirtiéndote en especialista.
EA: Para mí es complicado separar las
obsesiones —que hacen sus apariciones fruc-
tíferas y de forma fortuita— y el pragmatis-
mo de copiarse a uno mismo. ¿Dónde está
realmente el punto crítico entre esas dos
ideas? En mi caso, cuando recurro a ideas
del pasado, encuentro difícil distinguir entre
si es una mera copia de algo anterior o si
estoy desarrollando un nivel más complejo
que el anterior.
WM: ¿Qué haces entonces? Yo creo que
lo importante es que pase por un proceso
de evaluación posterior. En esos análisis
puedes realmente advertir si la idea merece
una nueva oportunidad. Por ejemplo, no-
sotros ahora tenemos una fascinación por
el píxel, y continuamente aparecen nuevas
formas de utilizarlo. Actualmente estudia-
mos métodos de prefabricación o, aun más,
de desensamblaje, es decir, de la posibilidad
de desmontar lo que ya ha sido ensamblado.
Se puede ver cómo es una idea recurrente
en nuestro trabajo, ya sea en nuestro estu-
dio, The Why Factory, o en la industria de
prefabricación china, que ha permitido el
rápido proceso de construcción del hospital
de Wuhan. Ahí, el píxel ayuda, y es un nuevo
método cada vez.
EA: El píxel ha perdido su imagen abs-
tracta para convertirse en algo más realista.
Algunas ideas que eran utópicas veinte o
treinta años atrás vuelven ahora reconver-
tidas en algo más funcional. Las llamamos
igual, pero no tienen el mismo poder de
significado. Bueno, tienen un poder distinto,
pero ya no son ideas, son sistemas.
WM: El shock viene ahora en la veloci-
dad, en el tamaño o en su propia recomposi-
ción. Es diferente, pero es también sorpren-
dente. Este concepto es muy interesante
porque describe un momento concreto en
el tiempo en el que uno se hace consciente
de unas necesidades que estaban ocultas
y para las que alguien ha encontrado una
especie de respuesta.
Winy Maas (Schijndel,
1959) visita Madrid y
se reúne con Eduardo
Arroyo (Bilbao, 1964)
en Cosentino City, donde
conversan sobre cómo
innovar y convencer a los
agentes económicos que
guían la arquitectura.
Winy Maas (Schijndel,
1959) visited Madrid
and met with Eduardo
Arroyo (Bilbao, 1964) at
Cosentino City, where they
talked about innovating
and persuading the
economic agents who
drive architecture.
«Es complicado separar
las obsesiones y el
pragmatismo de
copiarse a uno mismo»