76 C 07
de ofrecer en cada una de ellas un mensaje
original y complementario.
Iñaqui Carnicero (IC): Pachi Mangado ha
conseguido construir un argumento apropia-
do para tres bienales muy diferentes entre sí.
A ello debe sumarse el papel del comisario
de la Biennale, Alejandro Aravena, que en
todo momento ha procurado compartir más
que exhibirse a sí mismo, y nos ha invitado a
hacer lo mismo. Gracias a esto hemos podido
escuchar los problemas de cada país durante
los últimos años y hemos aprendido mucho
en el proceso. Es una bienal en la que lo
colectivo se ha premiado por encima de lo
individual. En todos los ámbitos.
CQ: Lo más importante era mostrar un tra-
bajo colectivo, convertir todos estos años
tristes en un rayo de optimismo, y exhibir
el potencial de tantos arquitectos españo-
les, de tantas obras (y esto creo que es lo
que ha llamado más la atención de nuestra
instalación). Queríamos mostrar al exterior
trabajos que para nosotros son muy conoci-
dos, de una calidad que en España ya hemos
asumido. La Bienal de Venecia tenía que ser
el escaparate de este esfuerzo.
Este escaparate consiste en una sencilla
estructura de pórticos paralelos de montantes
de acero galvanizado que ocupan el vacío
conformado por la poderosa arquitectura
preexistente del pabellón, y delinean una re-
tícula donde se colocan cuidadosas fotos y
axonometrías —una imagen y un dibujo por
cada obra—. El resultado es una especie de
cartografía caótica que, al mismo tiempo que
bombardea al espectador, lo atrapa.
IC: Mucha gente al principio no lo en-
tendía. Pensaban que estábamos criticando
«Lo más importante
era mostrar un trabajo
colectivo para convertir
estos años tristes en un
rayo de optimismo»