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animal vivo. Y, con mayor osadía, la Golden Dome es una propuesta
que se eleva inflada con helio, de la cual pudo verse un prototipo en
el Museo de arte Contemporáneo de Tokio.
Sin embargo, es en la repetición de elementos inflados cosidos entre
sí donde se han conseguido los mayores logros. Estos elementos pue-
den ser lentículas o almohadones, a menudo combinados y soportados
por estructuras metálicas auxiliares, o también cilindros que, plegados
o arqueados, consiguen asumir toda la responsabilidad portante.
Mediante los primeros, los entramados metálicos y cerramientos de
lentículas infladas, se han logrado usos permanentes y las mayores
luces. Desde los ensayos pioneros realizados por Gernot Minke o Jens
Pothl, se ha llegado al Eden Project y la Leicester Tower de Nicholas
Grimshaw, el Water Cube de PTW Architects o el estadio Allianz Arena
de Herzog & de Meuron.
Respecto a los arcos cilíndricos presurizados, cabe distinguir a la
empresa Buildair, que en nuestro país se ha especializado en este tipo
de inflables y ha llegado a conseguir el récord de mayor cubrición
para hangares temporales de aviones, como el realizado para Airbus
en Getafe (2013), de 54 x 75 metros. La misma empresa se ha des-
tacado también por su investigación formal, como en el caso de los
pabellones inflables para el festival MET en el puerto de Barcelona
(2005) que, bajo el diseño de Vicente Sarrablo, llegaron a cubrir 1.800
metros cuadrados: una de las mayores estructuras neumáticas para
eventos nunca construidas en nuestro país.
Desde una madurez tecnológica tangible, los arquitectos vuelven
a interesarse por las posibilidades de estos volúmenes evanescentes,
livianos y de trazo libre, cuya singular presencia provoca miradas cu-
riosas y sonrisas cómplices, como las de un niño jugando con un globo.
Isozaki, Aoki & Associates / Anish Kapoor, Lucerne Festival Ark Nova Pavilion, Matsushima, Japan (2013) © Iwan Baan