52 C 05
Dini y Foster+Partners, uno de los estudios de arquitectura más
importantes del mundo, se han unido a la Agencia Espacial Europea
para investigar la posibilidad de construir una base permanente
en la Luna mediante impresión 3D. El objetivo es construir estas
estructuras usando materiales sostenibles del suelo lunar para evitar
el coste de enviar los materiales desde la Tierra.
Aunque la impresión 3D de edificios se encuentra en las prime-
ras etapas de su evolución, se prevé que crecerá de una manera
exponencial en los próximos dos decenios y que el proceso de
producción será cada vez más eficiente y barato. La impresión 3D
no se verá afectada por muchos factores que encarecen las téc-
nicas convencionales de construcción como el coste elevado del
diseño de los planos, del material de construcción y del personal,
y la gran cantidad de tiempo que se dedica a la construcción de
las estructuras.
Sea en la Luna o aquí en la Tierra, los seres humanos necesi-
tarán transporte para desplazarse. El primer automóvil fabricado
por impresión 3D, el Urbee, ya se está probando sobre el terreno.
El Urbee ha sido creado por KOR EcoLogic, una empresa con sede
en Winnipeg, Canadá. Se trata de un vehículo eléctrico híbrido de
dos plazas que puede circular a 65 kilómetros por hora alimentado
por la energía solar o eólica que se puede generar cada día en una
superficie equivalente a la de una plaza de aparcamiento. Además,
el usuario puede activar un motor de reserva alimentado con etanol
en caso de necesidad. Sin duda, el Urbee es un primer prototipo del
automóvil de la Tercera Revolución Industrial, pero al igual que el
primer vehículo con motor de combustión interna alimentado con
gasolina y fabricado en serie por Henry Ford, la forma de construir
el vehículo y la fuente energía que lo impulsa dicen mucho sobre
el futuro de la economía.
El automóvil se puede fabricar con materiales casi gratuitos de
procedencia local, evitando el coste elevado de otros materiales y
el de traerlos a una fábrica y almacenarlos in situ. Salvo el chasis
y el motor, la mayoría de las piezas del automóvil son de plástico
impreso en 3D. El vehículo se crea añadiendo capas en un proceso
continuo en lugar de basarse en montar piezas separadas, lo que
supone menos material, menos tiempo y menos mano de obra. Una
impresora 3D de dos metros de alto imprime la decena de piezas
que componen la carrocería de un Urbee sin malgastar material.
This text is a fragment from The Zero
Marginal Cost Society by Jeremy
Rifkin. Copyright (c) 2014 by the
author and reprinted by permission
of Palgrave Macmillan, a division of
Macmillan Publishers Ltd.
Este texto es un extracto de La sociedad
del coste marginal cero (Paidós) de
Jeremy Rifkin. Copyright (c) 2014 del
autor y permiso de reimpresión de
Palgrave Macmillan, como parte de
Macmillan Publishers Ltd.