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Luis Fernández-Galiano (LFG): Todo el
mundo sabe de tu amor por el vuelo, pero
me pregunto cómo ha influido en tu arqui-
tectura. Cuando cumpliste 75 años, hiciste
recuento de todos los modelos de avión que
habías pilotado, y eran, exactamente, 75…
Norman Foster (NF): Fue una de esas
indagaciones que resultan extraordinarias.
Cogí todos mis libros de registro, en los que
he ido anotando cada uno de mis vuelos y
cada tipo de aparato, y descubrí que había
pilotado 75 modelos de avión: ultraligeros,
monoplanos acrobáticos, biplanos antiguos,
cazas militares y jets privados. Resulta inte-
resante constatar que los pilotos profesiona-
les rara vez traspasan las fronteras entre un
tipo de avión y otro. Si el piloto de un avión
ligero tuviera que aterrizar sin motor en el
campo, habría que alertar con llamadas de
mayday a los servicios de emergencia. Sin
embargo, para un piloto de planeador se
trata de algo normal cuando se queda sin
fuerza de sustentación en un vuelo de larga
distancia. De igual manera, por norma gene-
ral, los mundos del ala fija y del helicóptero
están bastante separados desde el momento
en que las destrezas que exigen son dife-
rentes, aunque el entorno de vuelo sea el
mismo. He tenido la suerte de poder disfrutar
de experiencias de vuelo transversales, y
de haber podido volar en muchos tipos de
«Ahora me doy cuenta
de que en la arquitectura,
como en la aviación,
he traspasado las fronteras
convencionales»
aviones, desde Spitfires hasta planeadores de
competición. Se me ocurre que hay paralelos
en mi actitud hacia la arquitectura. Seme-
janzas en el sentido de que, sea por interés
o pasión, muchos arquitectos e ingenieros,
como los pilotos, tienden a especializarse
en sus campos. Ahora me doy cuenta de
que en la arquitectura, como en la aviación,
he traspasado las fronteras convencionales.
Como diseñador me emocionan igualmente
los retos de la gran arquitectura pública y
que me lleva a explorar experiencias diver-
sas, sea la aviación, el ciclismo o el esquí de
fondo, y mi fascinación por el maratón —la
competición de maratón de esquí de fondo,
el maratón ciclista con los colegas—, quizá
se reflejan en mis edificios, que también
concibo como experiencias maratonianas. El
recorrido del Yacht Club de Mónaco fue de
doce años, y lo mismo cabe decir del Carré
d’Art en Nimes. ¿Cómo dirigir un equipo
para mantenerlo fresco a lo largo de un pe-
riodo de tiempo tan largo y sin perder por
el camino el argumento del proyecto? Con
algunos proyectos tienes que mantenerte
concentrado y agudo, marcándote el ritmo
durante un periodo largo de tiempo, como
en el maratón. Por supuesto, puede ocurrir lo
contrario, como en esos megaproyectos que
se levantan sorprendentemente rápido, como
el aeropuerto de Pekín, que es el más grande
del mundo y que construyeron 50.000 per-
sonas en sólo cinco años, o el aeropuerto de
Hong Kong, que implicó mover montañas y
ganar tierra al océano. Pero, por cada uno de
estos episodios heroicos, hay un conjunto de
proyectos honrosos que son más pequeños,
que no son objeto de titulares, pero que son
igualmente importantes. En este sentido, me
viene a la memoria la tradición anónima de
la arquitectura. Bernard Rudofsky la reivin-
dicó en su libro Arquitectura sin arquitec-
Photos: Miguel Fernández-Galiano
la construcción de bajo coste para un sector
amplio de la población. Las infraestructuras
me inspiran también en la misma medida
que los edificios o incluso el mobiliario. Así
que, para mí, el vuelo y el diseño son, ambos,
quehaceres universales.
LFG: Que pilotar sea tan importante para
ti significa quizá que abordas cada disciplina
con un sentimiento que es a la vez de des-
cubrimiento y de riesgo...
NF: Sí, pienso que la misma curiosidad
Al cumplir 80 años en
junio, Norman Foster
conversa con Luis
Fernández-Galiano y
repasa las claves de su
carrera profesional en
la sede de su fundación
en Madrid, en la calle
Monte Esquinza.
Turning 80 in June,
Norman Foster reviews
the sources and
highlights of his career
in a dialogue with Luis
Fernández-Galiano
held at his foundation
in Madrid’s Monte
Esquinza street.