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01001974
58 x 39 x 39 cm / 22 ¾” x 15 ¼” x 15 ¼”
Limited edition of 2,000 pieces / Serie limitada de 2.000 piezas
Sculptor / Escultor: Marco Antonio Noguerón
Summertime
Symphony
Sinfonía estival
El alegre Concierto para flauta nº 1 en sol mayor de Mozart se
asocia con el color amarillo brillante, mientras que su solemne
Réquiem en re menor se relaciona con un gris azulado. Es la
sinergia entre la música y los colores, una paleta emocional
común que compartimos las personas y que trasciende las
barreras físicas y culturales.
Sinfonía estival nos transporta al siglo XIX y nos hace sentir la
magia de aquellos jardines, de los conciertos al aire libre, de los
vestidos vaporosos, de los tocados florales.
El rojo alegre, el azul profundo y el blanco luminoso de los vestidos
de las damas marcan la pauta de la composición. Una sinfonía
de colores en la que destacan los bordados y encajes pintados a
mano, como todas las obras Lladró. Y como música de fondo, la
exuberante vegetación que las rodea, entrelazada alrededor del
cenador, que proporciona refugio a las damas y a la vez es todo
un reto de equilibrio para los artistas de Lladró, particularmente
durante el proceso de cocción.
Si hay algo que transmite especialmente esta escena es calma,
una paz interior que nos llega a través de los gestos y de las poses
de las jóvenes, que más que tocar acarician el chelo, el violín y
el laúd. La misma lentitud que se respira en los talleres de Alta
Porcelana de Lladró, donde el tiempo se detiene para dar forma
a sueños en porcelana.
Mozart’s joyful Flute Concert No. 1 in G Major is associated
with the color of bright yellow whereas his more solemn
Requiem in D Minor is associated with bluish grey. The
synergy between music and colors produces a shared
emotional palette that cuts across different cultures and
breaks down physical and cultural barriers.
Summertime Symphony transports us to the 19th century
and make us feel the magic of those gardens, open-air
concerts, flouncy gowns and floral headdresses.
The bright red, deep blue and luminous white of the
ladies’ dresses set the guidelines for the composition. In
the symphony of colors a special mention is deserved for
the embroidery and lace which, like all Lladró creations,
are painted entirely by hand. And in the background, the
ladies are framed and sheltered by an arbor with vegetation
entwined around it, a true test in equilibrium for Lladró
artists, particularly during firing in the kiln.
But if there is one thing that this piece conveys above all
else, then that is the sense of calm and inner peace that is
transmitted in the gestures and poses of the young ladies,
who softly caress the cello, violin and lute. The same
paused rhythm is to be found in the Lladró High Porcelain
workshops, where time seems to stand still to give shape to
dreams in porcelain.