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Photos: Miguel Fernández-Galiano
La Sede Editorial Mondadori construida
entre 1968 y 1975 por Oscar Niemeyer acoge
el encuentro entre la pareja de arquitectos
Ángela García de Paredes e Ignacio García
Pedrosa y el historiador Francesco Dal Co,
actual director de la revista Casabella y gran
conocedor de su obra.
Francesco Dal Co: Estudiasteis en la Es-
cuela de Arquitectura de Madrid, ¿en qué
años?
Ángela García de Paredes: Sí, empezamos
en un año muy singular en España, en 1975.
En noviembre muere Franco, por lo que cerró
la escuela hasta enero. Curiosamente nos
conocimos porque nuestros apellidos iban
juntos en la lista. Estábamos predestinados
por el orden alfabético.
FDC: ¿Cuáles fueron las experiencias más
interesantes de esa etapa y los profesores que
más os marcaron?
Ignacio García Pedrosa: Tuvimos la suer-
te de estudiar cuando aún impartían clase
tres profesores trascendentales: Francisco
Javier Sáenz de Oiza, Javier Carvajal y Anto-
nio Fernández Alba. Tres personalidades que
generaban a su alrededor casi tres escuelas
paralelas dentro de la ETSAM, de manera que
quienes estudiaban en una de sus cátedras
hacían toda la carrera por esa rama. Ángela
y yo coincidimos en la de Oiza, con muchos
otros compañeros con los que luego hemos
mantenido la amistad.
AGP: Además fue él directamente quien
nos dio clase. Incluso dirigió mi proyecto
fin de carrera. Antes de él, también nos im-
pactó Antonio Fernández Alba, que llevaba
el curso previo a Proyectos, Elementos de
Composición. En mí, desde luego, tuvo una
importancia grande. Por una parte por la
reflexión teórica que aportaba al proyecto
(impartía largas clases teóricas, sin imáge-
nes, incomprensibles para mí en ese mo-
mento, pero que hoy me vienen a la cabeza
constantemente), y por otra porque muchos
ejercicios estaban vinculados a arquitecturas
del pasado.
IGP: Hicimos un trabajo muy extenso
sobre la Alhambra, no sólo de planimetrías,
también para investigar la relación entre los
volúmenes y los espacios interiores. Eso ge-
nera una forma de aproximación a la arqui-
tectura muy específica: a través del dibujo y
del dimensionado de los espacios, algo muy
importante en la formación de un arquitecto.
AGP: Yo añadiría que Fernández Alba,
curiosamente un arquitecto muy atento a la
modernidad, fue quien nos inculcó la necesi-
dad de conocer la arquitectura del pasado, y
Oiza el interés por las cuestiones que rodean
el proyecto: el lugar, las personas que lo ha-
bitan, el para qué va a ser… Además siempre
relacionándolo con la literatura, o la poesía.
La relación continua con otras disciplinas
era lo más importante de Oiza.
FDC: Estos profesores, ¿proponían tam-
bién ejemplos de arquitectura contempo-
ránea?
IGP: Sobre todo Oiza. Más que de los ejem-
plos de actualidad en aquel momento, nos
hablaba de los maestros modernos: Wright,
Le Corbusier… Entendía que el aprendizaje de
la arquitectura pasaba por conocer lo que los
maestros de la modernidad habían planteado.
Durante un encuentro
con Francesco Dal Co
en Milán, Ángela
García de Paredes e
Ignacio García Pedrosa
exponen las claves de
su obra desde un punto
de vista cronológico,
temático e ideológico.
During an encounter
with Francesco Dal Co
in Milan, Ángela García
de Paredes and Ignacio
García Pedrosa discussed
the essential aspects
of their work from a
chronological, thematic,
and ideological view.
«El primer concurso que
ganamos fue Europan, a
partir de ahí comenzamos
nuestra andadura»