26 C 10
In a central area of Madrid, the Norman Foster Foundation is
housed in a heritage listed residential palace by Joaquín Saldaña.
Its courtyard is the setting for a new pavilion which will show a
changing display of objects and images that have, over the years,
been personal references for Foster.
The new building resolves the irregular geometry of the outdoor
area with a roof shaped like the wing of an aircraft. This is supported
by a hidden steel structure cantilevered over a structural glass facade
without any visible means of support so the roof seems to float over
it. The result is an architecture which seeks the ephemeral qualities of
light, lightness and reflections. Elements are reduced to an essential
minimum with a mirrored ceiling and fascia which further dissolves
the volume of space to emphasize its contents.
The courtyard and entrance facade of the pavilion is shaded by a
canopy created by the Spanish artist Cristina Iglesias. This work, The
Ionosphere (A Place of Silent Storms), is composed of interlocking
light carbon fiber panels with patterns generated from a text of
Arthur C. Clarke’s The Fountains of Paradise. It frames the view of
the court from the pavilion as well as bathing it in dappled shade.
From its innovative but subtle use of glass, steel and composite
materials, the pavilion is a further exploration of techniques that
Norman Foster has pioneered over more than five decades. The wide
glass panel to the courtyard next to the entrance is itself a massive
Innovation
Technology
3
La Norman Foster Foundation encuentra su sede en un palacete
histórico, obra de Joaquín Saldaña, situado en el madrileño barrio
de Chamberí. El patio alberga un nuevo pabellón donde se expone
una serie de objetos e imágenes que a lo largo de los años han sido
referencias personales para Foster.
El nuevo edificio resuelve la geometría irregular del patio con un
tejado en forma de ala de avión sostenido por una estructura de acero
en voladizo, oculta sobre una fachada de paneles de vidrio sin medios
visibles de apoyo, de modo que el tejado parece flotar sobre ella. El
resultado es una arquitectura que busca las cualidades efímeras de
la luz, la ligereza y los reflejos. Los elementos se reducen al mínimo
con un techo y alero de espejo, lo cual disuelve aún más el volumen
del espacio para resaltar su contenido.
Una escultura creada por la artista española Cristina Iglesias pro-
yecta sombra sobre el patio y la fachada de entrada al pabellón.
Dicha pieza, La Ionosfera (Un lugar de tormentas silenciosas), está
compuesta de paneles ligeros entrelazados de fibra de carbono con
patrones inspirados en Las fuentes del paraíso, un texto de Arthur C.
Clarke, y enmarca las vistas del patio desde el pabellón, además de
bañarlo en una sombra veteada.
Con su uso innovador pero sutil del vidrio, el acero y los materia-
les compuestos, el pabellón sigue explorando técnicas en las cuales
Norman Foster ha sido pionero durante más de cinco décadas. Junto
A Glass Pavilion
Norman Foster Foundation in Madrid