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THINK
For half his life he’s been observing the workings of nature, convinced
that the assembly instructions that will save us are right there before
our eyes: in the branches, in the leaves, in a spider’s web. That’s why,
when he hears the word utopia he smiles: “The real utopia is the belief
in infinite growth in a finite world. What I do is propose things that still
haven’t been experienced.”
The work of architect Luc Schuiten (Brussels, 1944) proposes a
sustainable city based on design structures from nature itself, on
some biological systems whose influences have been demonstrated. A
sustainable perspective based on biological materials and renewable
energies, and which makes social and supportive economics the
essential element in changing the current paradigm.
Luc Schuiten examines life to conceive of architecture as if it were a
living being whose complexity he then imitates in houses and cities.
According to the architect, we’ve been seduced by industrial technique
and have denied the evidence: the technique of life is infinitely
superior. Observing the way life flows around us, Schuiten adapts to
our own development as a species the experience of millions of years.
Ever since the mid-1970s when, on the outskirts of Brussels, he built
one of Europe’s first dwellings with energy autonomy, he has been
obsessed with using natural resources as a construction method:
industrial technique is replaced by the intelligence of nature –“spiders
generate thread that is three times more resistant than steel. Even
with technology we’re not smart enough to create anything similar”– in
which imagination will allow us to come up with lasting solutions.
Lleva media vida observando los engranajes de la naturaleza
convencido de que las instrucciones de montaje que nos salvarán
están frente a nuestros ojos: en las ramas, en las hojas, en la tela
de una araña. Por eso, cuando oye la palabra utopía sonríe: “El
crecimiento infinito en un mundo finito es realmente la utopía. Lo que
yo hago es proponer cosas que aún no se han experimentado”.
El trabajo del arquitecto Luc Schuiten (Bruselas, 1944) propone un
concepto de ciudad sostenible que se apoya en las estructuras de
diseño de la propia naturaleza, en unos sistemas biológicos cuya
eficacia ha sido probada. Una perspectiva sostenible basada en
materiales de base biológica, energías renovables y que coloca a la
economía social y solidaria como elemento indisociable del cambio de
paradigma.
Luc Schuiten pone la lupa sobre la vida para pensar la arquitectura
como si fuera un ser vivo cuya complejidad imita después en casas y
ciudades.
Según el arquitecto, nos hemos embelesado por la técnica industrial,
negando la evidencia: la técnica de la vida es infinitamente superior.
Observando el modo en que la vida fluye a nuestro alrededor, Schuiten
adapta a nuestro propio desarrollo como especie esa experiencia de
millones de años.
Desde que a mediados de los años 70 levantara a las afueras de
Bruselas una de las primeras viviendas en Europa con autonomía
energética, el uso de los recursos naturales como método de
construcción se ha convertido en la su obsesión. Una huída hacia
delante donde la técnica industrial es sustituida por la inteligencia de
la naturaleza –“las arañas generan hilo tres veces más resistente que
el acero. No somos tan sabios como para crear algo semejante con
tecnología”– y en la que la imaginación nos lleva a dar con soluciones
perdurables.
«Luc Schuiten
examines life
to conceive of
architecture as if it
were a living being
whose complexity
he then imitates in
houses and cities»
Photo Daniel Martorell