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Photos: Miguel Galiano
Las arquitectas Farshid Moussavi (Shiraz,
1965) y Benedetta Tagliabue (Milán, 1963)
aprovechan su paso por Madrid para dia-
logar sobre proyectos e influencias. El pri-
vilegiado enclave —las inmediaciones de la
Ermita de San Antonio de la Florida— da pie
a una conversación en torno a los espacios
de culto y la importancia del simbolismo.
Farshid Moussavi: Aprovechando que
nos encontramos junto a la Ermita de San
Antonio de la Florida, me gustaría empezar
la conversación con la iglesia que acabáis
de terminar en Ferrara. Aunque realmente,
¿es una iglesia o una parroquia?
Benedetta Tagliabue: Bueno, es algo más
que una iglesia, porque incluye también la
casa del párroco, algunas aulas para estu-
diantes… Podríamos definirlo como un com-
plejo religioso. Es un proyecto con el que
hemos disfrutado mucho, sobre todo porque
ha sido un ejercicio de estudio y compren-
sión sobre qué emociones nos mueven en los
espacios. Y, en realidad, ha sido un trabajo de
prueba y error, siempre con la incertidumbre
de si conseguiríamos transmitir esos senti-
mientos. Así que, en resumen, el trabajo ha
sido fundamentalmente una investigación.
FM: Es verdad que en muchas ocasio-
nes lo más interesante de diseñar edificios
destinados a una comunidad, que comparte
una fe concreta, o que simplemente se van
a dedicar a meditar o rezar, es la relación
que se establece entre ese estado mental y
el espacio. Normalmente se nos encargan
edificios para los aspectos más prácticos de la
vida, donde todo está perfectamente dimen-
sionado, todo está estudiado y sistematizado.
Sin embargo, en proyectos como una ca-
pilla todas estas reglas desaparecen y el
diálogo entre la arquitectura y las personas
es solo a través de la experiencia, y no tanto
a través de una actividad.
BT: Para enfrentarme al proyecto de San
Giacomo fue importante la experiencia de
vivir en Venecia, que es una ciudad llena
de iglesias. Pero no solo son templos, se
convierten en hitos, se pueden ir a visitar o
simplemente refugiarse un día caluroso, y
sobre todo descubrir muchas obras de arte.
Además, tienen una condición urbana muy
importante, crean parroquias o barrios en
torno a ellas, que de hecho adquieren su
mismo nombre. Así que, en realidad, yo em-
pecé a disfrutar de las iglesias no tanto como
un lugar de culto, sino como un lugar de
belleza, de estancia y de identidad para una
parte de la ciudad. Pero sé que tú también
estás haciendo un edificio religioso, y ade-
más para una cultura muy diferente.
FM: Sí, estamos trabajando en el Centro
Ismaili de Houston, con una sala para la
oración de hasta a mil doscientas personas.
Aunque no es una mezquita, y por tanto no
tiene los requisitos arquitectónicos asocia-
dos con la liturgia, sí necesitábamos infundir
un sentido de espiritualidad y unión a la
zona de rezo. Aga Khan inventó este tipo de
edificio como una forma de dar a la comuni-
dad ismaelita un lugar practicar su fe, para
la introspección personal, y para reunirse
con los miembros de las comunidades en las
que viven. Pero también acogen actividades
como conferencias, conferencias y exposi-
ciones., Así que, al igual que tu iglesia, tiene
otros espacios complementarios.
The conversation took
place in front of the
Royal Chapel of St
Anthony of La Florida,
commissioned to Felipe
Fontana by Charles
IV and decorated
inside with frescoes by
Francisco de Goya.
«En una capilla el diálogo entre
la arquitectura y las personas es
solo a través de la experiencia»
La conversación tiene
lugar a los pies de la
Ermita de San Antonio
de la Florida, encargada
al arquitecto Felipe
Fontana por Carlos IV y
decorada en su interior
por los frescos de
Francisco de Goya.