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El optimismo define así la muestra española,
una instalación sobria y atractiva en la que se
recogen más de cincuenta obras de presupues-
to reducido y vocación evolutiva, clasificadas
en nueve categorías con las que se radiografía
el panorama reciente de la arquitectura en
nuestro país. En este contexto, Carnicero y
Quintáns —con la alegría indisimulable que
aún les queda tras haber recibido la flamante
estatuilla del León de Oro— dialogan sobre el
sentido de su exposición, y sobre los retos
que tuvieron que enfrentar para transmitir
un mensaje crítico y a la vez esperanzador
sin caer en los tópicos, ya manidos, que viene
produciendo la crisis.
Carlos Quintáns (CQ): La verdad es que venir
a Venecia es una aventura bonita. En mi opi-
nión, de las tres bienales en las que partici-
pa España (la española, la iberoamericana
y la de Venecia), esta es la más intensa y
estimulante, porque te da pie a comunicar
el mensaje más allá de las fronteras locales.
Hemos tenido la suerte, además, de que en
este momento haya un coordinador general
de las tres bienales que hace el esfuerzo de
ordenar los contenidos, buscando la forma
El Pabellón de España, comisariado por Iña-
qui Carnicero (Madrid, 1973) y Carlos Quin-
táns (Muxía, 1962), ha sido galardonado con
el León de Oro a las exposiciones nacionales
en la última Bienal de Arquitectura de Ve-
necia. Su título, ‘Unfinished’, y su tema, la
profesión tras la crisis, parecían anticipar,
de nuevo, una mirada crítica, si no maso-
quista, sobre la situación de la arquitectura
española. Afortunadamente no ha sido así,
y con gran economía de medios, Carnicero
y Quintáns no sólo han conseguido refor-
zar el tema general de la xv edición de la
Bienal comisariada por el reciente Pritzker
Alejandro Aravena —con su énfasis en los
proyectos modestos, su defensa de la dimen-
sión social del arquitecto, y su inevitable
atención al mundo latinoamericano—, sino
que han logrado que comience a calar in-
ternacionalmente un mensaje positivo sobre
España: el mensaje de que, más allá de la
denuncia de los excesos, los arquitectos han
sabido adaptarse al contexto en principio
poco agradecido de las pequeñas obras de
rehabilitación, consolidación o injerto, sin
renunciar a la calidad que antaño parecían
merecer sólo los grandes edificios públicos.
Photos: Miguel Fernández-Galiano
Envuelta por la
poderosa carcasa de
ladrillo del Pabellón de
España, la contenida
e intuitiva instalación
de montantes de acero,
fotos y axonometrías es
el escenario del diálogo
entre los dos comisarios.
Wrapped by the mighty
brick shell of the
Spanish Pavilion, the
contained and intuitive
installation of steel
frames, photos, and
axonometric drawings
provides the backdrop
for the conversation.