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de Haus-Rucker-Co (1968), Parásitos de Missing Link Productions
(1969), Dyodon de Jean Paul Jungman (1967), Inflatables de Ant
Farm (1970) o la Instant City de Prada Poole (1971).
A partir de 1967 tuvieron gran relevancia los simposios de ar-
quitectura inflable celebrados en Europa, en los que se mostraban
los últimos avances desarrollados en los centros de investigación.
Gracias a ellos se pudieron experimentar diversas tipologías en el
evento de mayor trascendencia en la arquitectura neumática: la
Expo de Osaka de 1970, una muestra internacional de pabellones
inflables entre los que destacaron como hitos el pabellón de Estados
Unidos de Davis & Associates y Geiger, los Mobile roofs de Tanero
Oki, el Teatro flotante de Murata y Kawaguchi y el pabellón Italiano
de Studio d’Architettura e Industrial Design.
La poca atención hacia los materiales plásticos en las siguientes
décadas pareció acabar con estas singulares estructuras. Sin embar-
go, en los últimos años se han vuelto a recuperar con inusitada fuerza
en varios campos de la actividad humana: juegos, arte, diseño, alta
costura, ocio, publicidad y, por supuesto, arquitectura. La tecnología
actual incluso permite ensayar módulos lunares neumáticos que
la NASA pretende implantar en nuestro satélite para el año 2020.
Si bien resulta complicado clasificar la infinidad de estructuras
neumáticas, es posible, sin embargo, presentarlas en dos grandes
familias según el recinto que queda presurizado: las membranas
soportadas por aire y las formadas por elementos inflados.
Membranas soportadas por aire
En este sistema, la membrana se soporta presurizando el espacio
interior que cubre, de manera que el espacio de uso se encuentra con
una ligera sobrepresión respecto del exterior. Por ello sus puertas y
el anclaje perimetral al suelo deben impedir las fugas de presión y
soportar las tracciones generadas por el tensado de la membrana.
Además, su envolvente de cierre ofrece poca resistencia térmica,
aunque en aquellos programas con necesidades de climatización
se puede mejorar su aislamiento doblando la membrana. Estos
requerimientos han provocado que este tipo de inflables se utili-
cen mayoritariamente para eventos temporales o como encofrados
provisionales de estructuras más permanentes.
Entre las construcciones temporales, resulta inevitable mencionar
dos proyectos que en los últimos años han llamado la atención
como ampliaciones de museos: la Serpentine Gallery en Londres de
Rem Koolhaas y Cecil Balmond (2006) y la propuesta para el Museo
Hirshhorn en Washington de Diller Scofidio + Renfro (2009). Ambos
proyectos (el segundo aún no construido) aprovechan estéticamente
el contraste entre sus enormes globos y la arquitectura preexistente.
La construcción
neumática tuvo un fuerte
desarrollo durante la II
Guerra Mundial porque
permitía montar grandes
estructuras temporales de
forma rápida y económica,
que además podían ser
transportadas fácilmente.
The development of
pneumatic construction
was strong during
World War II because it
permitted building large
temporary structures
quickly and cheaply,
structures that were
furthermore easy to move.
Davies & Associates y Geiger, US Pavilion for the Expo, Osaka (1970)
© Obayashi-Gumi Ltd
Dummy tank (1943)